Los
hermanos Castiglioni son reconocidos universalmente como innovadores de gran
talento en el diseño contemporáneo de lámparas.
En
este caso, la idea de que el faro de un coche podía usarse como fuente de luz
desembocó en la creación del redy-made más
famoso del sector de la iluminación.
Desde el transformador hasta el cable eléctrico,
todos los componentes quedan al descubierto tal cual, evitando cualquier tipo
de <<cubierta>> y aportando validez y expresividad a la estética
original de los componentes individuales anónimos.
Como
muchos otros proyectos de los Castiglioni, esta lámpara de 1962 combina funcionalidad,
ironía y una gran sensibilidad al espíritu del tiempo.
En la
lámpara Toio el uso de las partes constitutivas determina la forma, con una
exhibición sin complejos de piezas que habitualmente se escondían y consigue
con esa suma y con la disposición de las piezas, un cambio de sus funciones
para las que se habían producido.
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